La obesidad tiene mayor impacto en los barrios más pobres de Nueva York

La tasa de obesidad en Nueva York aumentó en los últimos años, pero de forma disímil, ya que los barrios más pobres fueron los más afectados, mientras que los vecinos de áreas ricas como Upper East Side y Chelsea, en Manhattan, siguen en forma, según un nuevo estudio.

Investigadores de la Universidad de Nueva York y de la Universidad de British Columbia, en Vancouver, Canadá, hallaron que entre el 2003 y el 2007 la prevalencia de la obesidad en la ciudad aumentó al 22 por ciento desde el 20 por ciento, pero con amplias variaciones entre los distintos barrios.

Aun así, el porcentaje fue menor en relación con las estadísticas nacionales y estatales, que se posicionaron en el 27 y el 25 por ciento en aquel período, respectivamente.

En las áreas más prósperas, como Upper East Side, Chelsea y West Village, las tasas de obesidad oscilaron en torno al 8 por ciento en los años que duró el estudio, que salió publicado en American Journal of Epidemiology.

En contraste, la obesidad fue un problema más común y preocupante en otros barrios de la ciudad, muchos de los cuales son de bajos ingresos.

En el 2003, sólo un área, East Harlem, tuvo una tasa de obesidad mayor al 30 por ciento. A los cuatro años, seis barrios se habían sumado a ese nivel, tres en el Bronx, Bedford-Stuyvesant, en Brooklyn; Rockaway, en Queens; y Staten Island.

La investigadora Jennifer Black, de la Universidad de British Columbia, dijo que comprender las diferencias entre los barrios podía contribuir en los esfuerzos por combatir los niveles de obesidad, mientras la enfermedad se agrava en todo Estados Unidos.

"Si logramos entender qué características de cada barrio facilitan que las personas tengan vidas saludables, y qué factores son obstáculos para una buena salud, lograremos hacer intervenciones más efectivas", dijo Black a Reuters Health.

La especialista y su colega James Macinko, de la Universidad de Nueva York, hallaron que los barrios con una mayor variedad de establecimientos de comida y gimnasios estaban asociados con menores tasas de obesidad.

Sin embargo, los resultados no prueban que una mejor selección de alimentos y complejos pueda prevenir la enfermedad.

"Pero lo que sí nos dice este estudio es que existen diferencias sustanciales entre los barrios con diferentes niveles de acceso a productos y gimnasios", dijo Black.

También agregó que las características de los barrios siguieron estando asociadas a la obesidad incluso cuando se consideraron factores como la edad, la raza y los niveles de educación de los residentes.

Los datos fueron extraídos de un sondeo anual de salud entre más de 48.000 habitantes y 34 barrios de la ciudad.

Los investigadores destacaron que la ciudad de Nueva York recientemente lanzó una "Tarjeta Verde" para ofrecer a los residentes de menores ingresos una selección más variada de productos frescos.

Reuters para Buena Salud

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